Antonio María Zaccaria nació en Cremona, Italia, en 1502. Quedó huérfano de padre antes de cumplir un año, y fue su madre quien se dedicó por completo a su crianza.
Cada 5 de julio, la Iglesia Católica celebra a San Antonio María Zaccaria, un destacado médico y sacerdote italiano, reconocido por ser el fundador de los Clérigos Regulares de San Pablo (Barnabitas), las Hermanas Angélicas de San Pablo y los Laicos de San Pablo. San Antonio María forma parte del extraordinario grupo de santos fundadores del siglo XVI.
Antonio María Zaccaria nació en Cremona, Italia, en 1502. Quedó huérfano de padre antes de cumplir un año, y fue su madre quien se dedicó por completo a su crianza, sembrando en él la semilla de la fe cristiana. Gracias a su guía, el niño creció cada vez más consciente del amor y la providencia de Dios.
A los 22 años, se graduó como médico, lleno de expectativas y del deseo de servir a otros con su profesión. Tenía la ilusión de salvar muchas vidas y, por qué no, almas. Sin saberlo en ese momento, Antonio María había comenzado el camino de servicio que lo conduciría al sacerdocio. Unos años después, animado por su director espiritual, comenzó a estudiar filosofía y teología. Con el tiempo, y con el corazón dispuesto a responder al llamado de Dios, se ordenó sacerdote, convirtiéndose en médico de cuerpos y almas.
Contemplar a Dios y realizar su obra
Posteriormente, se trasladó a Milán, donde fundó las tres congregaciones mencionadas. También se le atribuye haber instituido la «Adoración de las 40 horas», movido por su gran amor a la Sagrada Eucaristía. Esta celebración litúrgica consiste en una jornada de oración frente al Santísimo Sacramento que abarca desde el Viernes Santo hasta el Domingo de Resurrección, «repasando» las cuarenta horas que el Cuerpo de Jesús permaneció en el Santo Sepulcro.
Los tiempos de San Antonio María Zaccaria fueron difíciles para la Iglesia, marcados por la revuelta protestante iniciada por Martín Lutero. Zaccaría fue uno de los que, con su enorme labor apostólica, preparó el terreno para la gran Contrarreforma que la Iglesia Católica impulsaría con el Concilio de Trento (1545-1563).
Muerte prematura, legado monumental
San Antonio María Zaccaria falleció el 5 de julio de 1539, a la temprana edad de 36 años. Algunos de sus biógrafos califican su labor apostólica de «magna» o «monumental», sugiriendo que es como si el santo hubiera vivido 30 años más de los que realmente vivió. Aunque murió joven, su vida fue una clara demostración del versículo del libro de la Sabiduría:
«El justo, aunque muera prematuramente, hallará descanso;
porque la edad venerable no consiste en tener larga vida
ni se mide por el número de años.
Las verdaderas canas del hombre son la prudencia
y la edad avanzada se mide por una vida intachable» (Sab 4, 7-9).
El Papa León XIII lo proclamó santo el 15 de mayo de 1897. Su Fiesta se celebra cada 5 de julio
Aciprensa.