Durante cuatro días, el Tibisay Hotel del Lago fue el corazón acelerado de una ciudad que volvió a vibrar con la fuerza del sector automotriz.
Maracaibo se despidió de la Expo Automotriz y Autopartes 2025 con la satisfacción de haber vivido una edición que no solo batió récords, sino que encendió la chispa de la reactivación económica en el occidente del país. Más de 100 marcas, 7.500 metros cuadrados de innovación y miles de visitantes con un mismo objetivo: reconectar con la industria que mueve al Zulia sobre ruedas.
El evento, que se desarrolló del 17 al 20 de julio en el Tibisay Hotel del Lago, no fue simplemente una exposición de autos, repuestos o lubricantes. Fue una experiencia. Desde simuladores de manejo hasta charlas técnicas, ofertas relámpago, pasarelas de autos clásicos y actividades para toda la familia, la Expo demostró que el mundo automotor puede ser tan técnico como emocionante.
“Esto superó todo lo que imaginamos. Marcas que volvieron a creer, emprendedores que se sumaron, público que vino desde otros estados… El Zulia está diciendo presente”, expresó visiblemente satisfecho Gerardo Prada, presidente de AIVRAZ, organizadora del encuentro.
Más que tuercas y motores: un reencuentro con el futuro
El cierre fue una postal para el recuerdo: niños corriendo entre estands, motores encendidos en exhibición, empresarios concretando negocios, y aplausos para los mejores vehículos de la feria. Una atmósfera donde lo comercial y lo emocional se cruzaron.
A destacar, la participación activa del sector privado, así como del público institucional. La presencia de autoridades regionales, figuras del empresariado y candidatos políticos reflejó que este tipo de espacios son necesarios para el diálogo productivo.
“El mensaje es claro: la confianza está regresando. La empresa privada quiere apostar, el ciudadano quiere ver progreso, y eventos como este son puntos de encuentro”, comentó Giovanni Villalobos, secretario de Cultura, al cierre de la jornada.
¡Hasta el próximo arranque!
Con el Lago de Maracaibo como testigo, la Expo se despidió entre selfies, contactos de negocios y promesas de volver en 2026 con más fuerza. Los motores se apagaron, pero la emoción quedó encendida.
La Expo Automotriz 2025 no fue solo una feria: fue un rugido de esperanza.
Johsué Morales
Fotografias: Johsué Morales
