Durante el encuentro, Cañizales, visiblemente emocionado, entregó al Presidente Maduro un par de guantes firmados y una réplica de su cinturón de campeón, como muestra de gratitud y orgullo.
El Palacio de Miraflores fue el escenario de una emotiva celebración tras la victoria de Carlos «Mini» Cañizales, quien reconquistó el título mundial de peso minimosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB). El Presidente Nicolás Maduro, junto a la primera dama Cilia Flores, recibió al campeón y a su entrenador, Nicolás Hernández, para felicitarlo por su gran hazaña.
El pasado viernes, el Poliedro de Caracas fue testigo de la revancha que Cañizales tanto había esperado. Después de una polémica derrota en Tailandia en marzo, el boxeador caraqueño se mostró dominante y decidido. A pesar de caer a la lona por un breve instante en el cuarto asalto, se levantó con más fuerza para, en el quinto round, conectar un demoledor gancho al hígado que dejó fuera de combate al tailandés Panya Pradabsri. La victoria por nocaut (KO) desató la euforia de la afición venezolana.
Durante el encuentro, Cañizales, visiblemente emocionado, entregó al Presidente Maduro un par de guantes firmados y una réplica de su cinturón de campeón, como muestra de gratitud y orgullo.
En sus declaraciones post-combate, el boxeador expresó su agradecimiento: «Doy las gracias a Dios por esta nueva oportunidad, segundo a toda Venezuela, a mi familia que vino a apoyarme, a todo el barrio San Pablito, a todo Caricuao que viva». La victoria de Cañizales no solo reafirma su talento, sino que también revitaliza el boxeo nacional, llenando de orgullo a todo el país.
Globovisión-RZ.
