En el corazón del Centro de Bellas Artes de Maracaibo, bajo la luz cálida que acaricia los vitrales del ícono cultural zuliano, se respiró más que un acto protocolar: se vivió una celebración al talento, al esfuerzo sostenido y a la identidad productiva de un estado que insiste en florecer, incluso en los tiempos más desafiantes.
Allí, 47 empresas recibieron el Sello “Hecho en el Zulia”, una distinción que no es simplemente un galardón más, sino la confirmación de que el Zulia produce con calidad, constancia y profundo sentido de pertenencia. Es un símbolo público-privado que nace con la intención de reconocer —y visibilizar— a aquellos que hacen región desde lo tangible: la industria, los servicios, la innovación y la tradición.

Más que un reconocimiento: una declaración de principios
El sello es una forma de decir: lo nuestro vale, y vale mucho. Desde microempresas que germinan con pasión en los barrios de Maracaibo o Cabimas, hasta corporaciones consolidadas con proyección nacional, todas comparten una misma visión: apostar por el Zulia como cuna de oportunidades y sinónimo de excelencia.

Paúl Márquez, presidente de Fedecámaras Zulia, lo expresó con claridad:
“Este sello equilibra al sector productivo, desde el más pequeño hasta el más robusto, porque todos tienen algo en común: el compromiso con hacer las cosas bien. Lo hecho aquí debe estar a la altura del mundo, y por eso nos exigimos”.
Márquez también dibujó con palabras un mapa de fortalezas que emociona: petróleo, carbón, energía solar, agricultura, ganadería, cacao, café, camarones, quesos, pollos, uvas, palma aceitera, plátano. Pero detrás de cada cifra, lo que palpita es una verdad simple: el Zulia lo tiene todo, y su gente lo sabe trabajar.

Una economía que se teje con identidad
Detrás de este sello hay una filosofía: transformar el “producir por necesidad” en “producir con propósito”. Y ese propósito no es otro que elevar lo local al rango de excelencia, bajo estándares internacionales, pero sin renunciar a la esencia zuliana que lo distingue.
Mario Isea, Secretario de Desarrollo Económico y Comercio Exterior del Zulia, lo afirmó con contundencia:
“Este es un paso hacia una cultura real de calidad. Hoy más que nunca, el mundo exige productos auténticos, con trazabilidad, con rostro, con origen. Y el Zulia tiene con qué”.
Isea insistió en que esta es una herramienta poderosa para fortalecer la producción regional, no solo para abastecer el mercado interno, sino para convertir al estado en una referencia nacional e internacional.

El futuro tiene acento zuliano
El Sello “Hecho en el Zulia”, creado por decreto oficial en mayo de 2024, es mucho más que un mecanismo administrativo: es una plataforma de legitimación, una vitrina de confianza para los consumidores, y una palanca emocional para los emprendedores e industriales que sueñan con ver su logo asociado a lo mejor de la región.

Cada empresa distinguida no solo recibió un pergamino o una placa. Recibió una responsabilidad: la de representar al Zulia con dignidad y visión. La de demostrar que lo autóctono también puede ser competitivo. Que lo regional no es limitante, sino una ventaja.
En tiempos de reconstrucción nacional, el Zulia vuelve a levantar la voz. Y esta vez, lo hace con hechos. Con calidad. Con sello propio.

Porque cuando algo está “Hecho en el Zulia”, no solo lleva una etiqueta… lleva un corazón.

Johsué Morales
CNP: 24.302
Fotografías: Lizaura Noriega