El Pontífice pidió que la Iglesia se convierta en «un taller de humildad», donde nadie compita por los puestos y Jesús pueda educar a todos en su libertad.
En su rezo dominical del Ángelus, el Papa León XIV exhortó a los fieles a liberarse de la vanidad y la competencia, siguiendo el Evangelio de San Lucas. El Pontífice advirtió que la búsqueda de los primeros lugares, una dinámica que Jesús observó en su tiempo, sigue presente hoy en día.
“También hoy, el estar juntos se transforma en una competición”, afirmó el Papa. Ante esta realidad, invitó a los creyentes a reflexionar sobre su vida a través de la mirada de Cristo, y a cuestionar cómo a menudo se reduce la existencia a una carrera por el reconocimiento.
El Papa León XIV subrayó que el camino de la humildad es el de la verdadera libertad. Explicó que «quien se engrandece» en realidad está inseguro y encerrado en sí mismo, mientras que «quien se siente profundamente hijo o hija de Dios, tiene cosas más grandes de las que gloriarse».
Para el Santo Padre, la Eucaristía es el espacio ideal para aprender esta lección. «Sentarnos juntos en torno a la mesa eucarística (…) significa también para nosotros darle a Jesús la palabra. Él se hace nuestro huésped y puede describir cómo nos ve», señaló.
Finalmente, el Pontífice pidió que la Iglesia se convierta en «un taller de humildad», donde nadie compita por los puestos y Jesús pueda educar a todos en su libertad.
Con Informacion de Aciprensa.