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Pa’lante y Pa’tras’: La gaita que encendió el alma marabina en su estreno

En el Club Bella Vista, Ozias Acosta, Nelson Velazco y Rafael Lozano marcaron el inicio de la temporada gaitera con una noche cargada de identidad zuliana. El estreno del tema “Pa’lante y Pa’tras” unió generaciones en un coro que demostró que la gaita sigue siendo la voz más auténtica del pueblo marabino.

El calor de octubre en Maracaibo trae consigo un aire distinto: el murmullo de la gaita que comienza a despertar en cada esquina. Y anoche, en el corazón del Club Bella Vista, ese murmullo se volvió grito festivo. El Coquivacoa Bar & Restaurante abrió sus puertas para lo que no fue solo un espectáculo, sino un reencuentro con la esencia zuliana: el estreno de “Pa’lante y Pa’tras”, tema que ya se perfila como bandera de la temporada gaitera 2025.

El público, mezcla de veteranos parranderos y nuevas generaciones, llenó el recinto con una sola certeza: que la gaita sigue viva y que cada año renace con más fuerza. La tarima, adornada con luces cálidas que evocaban los amaneceres del lago, recibió a tres voces que son historia y presente: Ozias Acosta, Nelson Velazco y Rafael Lozano. La química entre ellos se sintió desde el primer acorde, como si el tiempo hubiera estado aguardando esa unión.

El estreno del tema “Pa’lante y Pa’tras”, con sello autoral de Nelson Velazco, fue la chispa que encendió la emoción colectiva. Sus versos, cargados de picardía zuliana y un ritmo que invita al zapateo, fueron coreados de inmediato por los asistentes, como si ya formaran parte del cancionero popular. Era evidente: esa gaita llegó para quedarse.

Más allá de la novedad, la noche fue también un acto de pertenencia. Cuando Acosta tomó el micrófono y dijo que este proyecto “nace con fe, con alegría y con la esperanza de conquistar todos los rincones de Venezuela”, el aplauso retumbó como tambora en plena feria. Lozano, por su parte, entre sonrisas y abrazos, se dejó llamar una vez más “El Coco”, demostrando que el cariño del público es tan fuerte como los compases del furro.

En cada mesa se veía el mismo cuadro: rostros iluminados, palmas al compás, gente brindando con orgullo zuliano. Porque la gaita no es solo música: es raíz, es memoria de abuelas cantando en diciembre, es el eco de calles adornadas de luces amarillas y rojas.

Y así, entre furros y tamboras, Maracaibo fue testigo de un bautizo musical que no solo presentó una nueva gaita, sino también una promesa: la de mantener encendida la llama de un género que es orgullo y resistencia cultural. “Pa’lante y Pa’tras” no sonó como un simple estreno, sino como un juramento colectivo de que mientras exista un zuliano dispuesto a cantar, la gaita jamás conocerá el silencio.

Johsué Morales
CNP: 24.303
Fotografías: Johsué Morales