Durante la espera y a lo largo de los 4.5 kilómetros del recorrido, la fe de los asistentes era palpable. Muchos expresaban su profundo agradecimiento por las bendiciones recibidas.
Las principales avenidas de la ciudad, como Bellavista, 5 de Julio y el sector Grano de Oro, se llenaron de gente que, con el corazón lleno de fe, se acercaron a Jesús para agradecer y también para elevar sus peticiones en esa tarde del domingo 27 de abril.
Desde la 1:30 de la tarde, miles de personas se congregaron para la hora santa y la exposición del Santísimo, preparándose con fervor para la gran procesión que seguiría.
Durante la espera y a lo largo de los 4.5 kilómetros del recorrido, la fe de los asistentes era palpable. Muchos expresaban su profundo agradecimiento por las bendiciones recibidas.
Elsy González, con una fe inquebrantable, hizo todo el recorrido en un «Jesús móvil» improvisado. Para ella, Jesús de la Misericordia es su guía, su todo, y lleva 14 años caminando en su procesión por la salud de su hija, quien superó una grave enfermedad al nacer.
Raymundo González también compartió su testimonio, asistiendo año tras año para agradecer el milagro de seguir vivo después de un grave accidente laboral hace 20 años.
Para la familia González Chichilla, participar en esta caminata es mucho más que una tradición; es un compromiso familiar para dar gracias por todos los favores concedidos y por la fortaleza que los mantiene unidos a pesar de las dificultades.
Con un profundo sentimiento de gratitud y una fe renovada, miles de maracaiberos completaron esta significativa caminata de Jesús de la Misericordia.
Texto y Fotos: Luis Molero.
