Mauricio Claver-Carone, enviado especial de Trump para América Latina, está liderando las conversaciones con representantes del gobierno de Nicolás Maduro.
En un movimiento que se mantiene bajo estricta reserva, Estados Unidos y Venezuela están llevando a cabo negociaciones para alcanzar un acuerdo diplomático que permita la liberación de los presos políticos detenidos en Venezuela. La iniciativa, impulsada por el gobierno de Donald Trump, contempla un intercambio con delincuentes comunes actualmente encarcelados en El Salvador.
La prioridad principal de la administración Trump es la liberación de nueve ciudadanos estadounidenses que, según informes, se encuentran detenidos en Venezuela. A cambio, Estados Unidos estaría dispuesto a entregar a un número similar de narcotraficantes que se encuentran bajo custodia de Nayib Bukele en El Salvador.
Mauricio Claver-Carone, enviado especial de Trump para América Latina, está liderando las conversaciones con representantes del gobierno de Nicolás Maduro. Aunque existe predisposición en Caracas para llegar a un acuerdo, el gobierno venezolano ha planteado una serie de condiciones que, hasta el momento, han sido rechazadas por la Casa Blanca.
Entre las demandas de Maduro se encuentran el levantamiento de las sanciones financieras impuestas por Estados Unidos y la autorización para que empresas estadounidenses participen en la extracción y exportación de las reservas petroleras venezolanas. Además, Maduro busca un intercambio asimétrico de prisioneros, similar al modelo utilizado por Hamas en Gaza, donde se liberaría a un ciudadano estadounidense a cambio de un número mayor de delincuentes detenidos en El Salvador.
Claver-Carone, figura clave en las negociaciones, se enfoca principalmente en la liberación de los nueve ciudadanos estadounidenses, con la intención de extender posteriormente la iniciativa a otros países que también tienen ciudadanos detenidos en Venezuela.
Un informe reciente del Foro Penal, organización defensora de derechos humanos, titulado «Presos políticos con nacionalidad extranjera en Venezuela», denuncia un patrón sistemático de represión contra ciudadanos extranjeros detenidos en el país, incluyendo la práctica de desapariciones forzadas. Según el Foro Penal, el gobierno venezolano utiliza la detención de extranjeros para reforzar su narrativa de una supuesta agresión extranjera.
Informes provenientes del Departamento de Estado y de organizaciones de derechos humanos indican que Venezuela mantiene detenidos a ciudadanos de diversos países, incluyendo Estados Unidos, Argentina, Colombia, Uruguay, México, Ucrania, Bolivia, Ecuador, Alemania, España, Italia, República Checa, Países Bajos, Irán, Israel, Líbano y Cuba.
La Patilla. Relámpago Zuliano.