La administración de Nicolás Maduro ha implementado diversas medidas económicas, como nuevas normas fiscales para el cobro de impuestos y la declaración de aranceles, buscando recuperar el flujo de divisas mermado por los bajos ingresos petroleros.
La posibilidad de un nuevo control de precios en Venezuela ha generado debate luego de declaraciones de la vicepresidenta Delcy Rodríguez. El pasado 1 de junio, Rodríguez indicó que se llegó a un acuerdo con diversos sectores productivos para «fijar algunos costos» con el fin de evitar un «recalentamiento de la economía».
Estas declaraciones vinieron acompañadas de una mayor presencia de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) y las fuerzas de seguridad del Estado en las calles. Tradicionalmente, estas medidas generan angustia en los sectores económicos por el temor a la baja producción o la escasez, sin embargo, hasta el momento, esto no ha ocurrido.
Una estrategia de «concierto» más que de control
El economista Luis Oliveros explicó a La Patilla que la situación actual podría deberse a que «el Gobierno está claro que un control de precios no es sostenible, ni es una buena idea».
Oliveros destacó que, por ahora, «hemos visto que el Gobierno está concertando con el sector privado y, pese a la confusión que pueda existir en la población, no se ha presentado la primera cola para comprar en un comercio». El economista no anticipa un panorama de escasez en el «corto o mediano plazo», a diferencia de lo ocurrido en años pasados cuando la regulación de precios sí derivó en escasez y el auge del «bachaqueo».
Precios «acordados» y ataque al mercado paralelo
Aunque el gobierno de Maduro no ha publicado oficialmente una lista de precios controlados, sí ha manifestado que está asignando dólares preferenciales para los sectores de alimentación y salud. Esto, según las autoridades, influye en los controles estatales para garantizar la venta a los precios acordados. El diputado chavista Ramón Lobo ha confirmado que próximamente se publicarán los «precios acordados» de varios productos alimenticios.
El trasfondo de estas medidas económicas es la reducción del flujo de divisas en el mercado venezolano, producto de la caída en la producción petrolera, principal fuente de ingresos del país. Por esta razón, se ha observado un «ataque y criminalización» a las personas que venden productos a precio del mercado paralelo.
Pese a este escenario, el economista Luis Oliveros resaltó que los precios referenciales en dólares siguen siendo publicados y que «el mercado cambiario está operando con relativa normalidad». Sin embargo, Oliveros planteó interrogantes cruciales: «¿Cómo quedan los comerciantes? ¿Podrán mantener la producción? El sector privado enfrenta desafíos para ser productivo, para competir y entender el mercado, y sobre todo para entender al consumidor».
La administración de Nicolás Maduro ha implementado diversas medidas económicas, como nuevas normas fiscales para el cobro de impuestos y la declaración de aranceles, buscando recuperar el flujo de divisas mermado por los bajos ingresos petroleros.
La Patilla-RZ.