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Papa León XIV: La fe no es un «deber religioso», el mundo necesita «discípulos enamorados»

Durante su mensaje, el Papa reivindicó la «importancia de la misión» a la que todos los católicos están llamados, cada uno según su vocación y en las situaciones concretas en las que el Señor lo ha puesto.

El Papa León XIV enfatizó hoy que la fe va más allá del mero cumplimiento de «deberes religiosos». Durante el Ángelus de este domingo, el Pontífice hizo un llamado a la Iglesia y al mundo a tener «discípulos enamorados» que den testimonio del Reino de Dios «dondequiera que se encuentren».

«La Iglesia y el mundo no necesitan personas que cumplen con sus deberes religiosos mostrando su fe como una etiqueta exterior; necesitan, en cambio, obreros deseosos de trabajar en el campo de la misión, discípulos enamorados que den testimonio del Reino de Dios dondequiera que se encuentren», expresó el Santo Padre.

Este fue el último rezo mariano que presidió desde el Palacio Apostólico antes de trasladarse a Castel Gandolfo, la residencia de verano de los pontífices. «Hoy iré a Castel Gandolfo para un breve periodo de descanso», anunció. El Pontífice permanecerá allí hasta el 20 de julio, cuando regresará al Vaticano, y deseó que «todos que puedan disfrutar de unas vacaciones para recuperar el cuerpo y el espíritu».

El llamado a la misión y la necesidad de «obreros»

Durante su mensaje, el Papa reivindicó la «importancia de la misión» a la que todos los católicos están llamados, cada uno según su vocación y en las situaciones concretas en las que el Señor lo ha puesto.

El Santo Padre señaló que el Reino de Dios germina como una semilla en la tierra, y que los hombres y mujeres de hoy, «incluso cuando parecen abrumados por tantas otras cosas, esperan una verdad más grande, buscan un sentido más pleno para su vida, desean justicia y llevan en su interior un anhelo de vida eterna».

Sin embargo, lamentó que «son pocos los obreros que van a trabajar al campo sembrado por el Señor». Criticó que «son pocos los que se dan cuenta» y los que «se detienen para acoger el don, los que lo anuncian y lo llevan a los demás».

Más allá de los «cristianos de ocasión»

León XIV distinguió entre los «cristianos de ocasión», quienes «de vez en cuando dan cabida a algún buen sentimiento religioso o participan en algún evento», y aquellos que están dispuestos a trabajar cada día en el campo de Dios. Subrayó la importancia de «cultivar en su corazón la semilla del Evangelio para luego llevarla a la vida cotidiana, a la familia, a los lugares de trabajo y de estudio, a los diversos entornos sociales y a quienes se encuentran en necesidad».

El Pontífice dejó claro que para lograr esto «no se necesitan demasiadas ideas teóricas sobre conceptos pastorales», sino que «se necesita, sobre todo, rezar al dueño de la mies». Recalcó que la «relación con el Señor» y el «cultivar el diálogo con Él» son primordiales. «Entonces Él nos convertirá en sus obreros y nos enviará al campo del mundo como testigos de su Reino», aseguró.

Finalmente, pidió a la Virgen María su intercesión para que «acompañe en el camino del seguimiento del Señor, para que también nosotros podamos convertirnos en alegres trabajadores del Reino de Dios”.

Aciprensa.