El Teatro Baralt se transformó en una verdadera fábrica de chocolate con el talento de más de 60 bailarinas en escena. Privet Estudio de Danza presentó un montaje de alto nivel inspirado en el universo de Willy Wonka, que deslumbró por su puesta en escena, coreografías impecables y producción visual de gran formato.

Una lluvia de confites, luces, música y más de 60 bailarinas transformaron el Teatro Baralt en la mágica fábrica de Willy Wonka. Con una producción deliciosa, Privet Estudio de Danza llevó al escenario una versión coreográfica del clásico “Charlie y la Fábrica de Chocolate” que conquistó al público por su precisión, creatividad y despliegue visual.
Durante más de una hora, el Teatro Baralt se convirtió en una tableta gigante de imaginación, donde cada escena era como morder un pedazo de chocolate recién hecho: dulce, inesperado y lleno de color. El público fue guiado por un recorrido escénico que evocó los pasajes más emblemáticos del universo de Willy Wonka: desde las máquinas de golosinas en movimiento, pasando por los carismáticos Oompa Loompas, hasta la emocionante aparición del billete dorado. Todo estuvo envuelto en una atmósfera cuidadosamente diseñada, con proyecciones, iluminación y una banda sonora que sumergió a los asistentes en un mundo fantástico, donde cada movimiento de las bailarinas parecía brotar directamente de un sueño infantil convertido en arte.

La dirección general estuvo a cargo de Amanda Morales, directora y fundadora de Privet, quien ha consolidado una propuesta académica que combina formación técnica en danza con exploración escénica. El montaje, según detalló el equipo de producción, requirió más de tres meses de preparación entre ensayos, diseño de escenografía y composición de cuadros coreográficos originales.
El evento contó con un aforo completo y asistencia de padres, representantes, docentes, miembros del gremio artístico y autoridades del sector cultural local. La organización también coincidió con la celebración del cumpleaños de la directora Morales, hecho que fue reconocido al cierre de la función con un mensaje institucional por parte del cuerpo docente y el elenco.
Privet Estudio de Danza no solo forma bailarinas, forma voces que se expresan sin palabras y cuerpos que cuentan historias con cada movimiento. Esta función no fue solo una presentación, fue una declaración de lo que el arte puede lograr cuando hay disciplina, visión y pasión colectiva. En un país donde muchas puertas se cierran, el arte sigue siendo una que permanece abierta. Y Privet, con cada montaje, nos recuerda que la cultura también es un acto de resistencia, belleza y futuro.
Johsué Morales
CNP: 24.302
Fotografías: Yailyn Godoy