La devoción a esta advocación mariana fue reconocida por el Papa Benedicto XVI, quien en una carta enviada a los católicos de Costa Rica en 2011.
Cada 2 de agosto, la Iglesia Católica celebra a Nuestra Señora de los Ángeles, la patrona de Costa Rica, cuya devoción tiene raíces tanto europeas como americanas. A pesar de los orígenes europeos de la advocación, su profundo arraigo en Costa Rica llevó a que el Congreso de la República la declarara oficialmente «Patrona de Costa Rica» en 1824, un patronazgo que ha sido ratificado en 1924 y 2002.
Este año 2025, la celebración tiene un significado especial, ya que se conmemora el 390 aniversario del hallazgo en Cartago de la estatuilla que ha despertado una especial devoción en el pueblo costarricense.
La Imagen de «La Negrita» y su Misterio
La imagen original de la patrona de Costa Rica es una pequeña estatuilla de unos 20 cm, hecha de roca volcánica, grafito y jade. Su color oscuro le ha ganado el cariñoso apodo de «la Negrita». La combinación de estos minerales ha sido motivo de curiosidad para los científicos, ya que en el siglo XVII no se conocía la presencia de grafito en América, ni la roca volcánica tenía un uso extendido en Europa. Por ello, la imagen es vista como un símbolo del mestizaje y la fusión de dos mundos.
Según la tradición, el 2 de agosto de 1635, una mujer conocida como «Juana Pereira» encontró la imagen de la Virgen María con el Niño Jesús sobre una roca en el lugar donde hoy se erige la Basílica de Cartago. La leyenda cuenta que la imagen, de manera misteriosa, regresaba una y otra vez al lugar del hallazgo después de que Juana intentara llevársela a casa o a la parroquia. Los lugareños interpretaron este suceso como un deseo de la Virgen de que se construyera un templo en ese mismo lugar.
La Devoción en el Alma de Costa Rica
Desde finales del siglo XIX, miles de personas peregrinan anualmente al santuario de la Virgen de los Ángeles en una romería que congrega a millones de fieles, tanto nacionales como extranjeros.
La devoción a esta advocación mariana fue reconocida por el Papa Benedicto XVI, quien en una carta enviada a los católicos de Costa Rica en 2011, afirmó que esta devoción es “un signo sagrado de la religión cristiana y la fe en Latinoamérica”, y que la imagen de «la Negrita» es uno de los innumerables signos capaces de «difundir la religión cristiana sobre la tierra y de acrecentar la devoción de los fieles».
Aciprensa.