La Madre Teresa partió a la Casa del Padre el 5 de septiembre de 1997 en Calcuta. Fue beatificada en 2003 por San Juan Pablo II y canonizada en 2016 por el Papa Francisco.
Cada 26 de agosto conmemoramos el nacimiento de una de las figuras más importantes del siglo XX: Santa Teresa de Calcuta. Conocida en el mundo por su incansable labor a favor de los más pobres, su vida fue un testimonio de fe y servicio incondicional.
De Albania a la India: El camino de una santa
Nacida como Agnes Gonxha Bojaxhiu el 26 de agosto de 1910 en Skopje, lo que hoy es Macedonia del Norte, la futura Madre Teresa recibió una profunda formación religiosa desde su infancia. La muerte de su padre a los 8 años le trajo grandes desafíos, pero su fe permaneció inquebrantable.
A los 18 años ingresó a la orden de las Hermanas de Loreto en Irlanda y adoptó el nombre de Hermana María Teresa, en honor a Santa Teresa de Lisieux. En 1929 viajó a la India, donde se dedicó a la enseñanza durante 20 años en Calcuta, llegando a ser directora del colegio St. Mary.
Una llamada dentro de otra llamada
En 1946, durante un viaje, la Hermana Teresa tuvo lo que ella describió como su «llamada dentro de la llamada». Sintió un profundo llamado de Jesús para servir a los más pobres, a aquellos que vivían en las calles y eran olvidados por la sociedad.
En respuesta a esa inspiración, en 1948, dejó el convento y se puso un simple sari blanco con bordes azules. Salió a las calles de Calcuta para vivir entre los más desfavorecidos. Lavó sus heridas, consoló a los moribundos y, con el tiempo, algunas de sus antiguas alumnas se unieron a ella en esta misión.
Este movimiento de caridad creció y en 1950, el Vaticano reconoció oficialmente a la nueva congregación de las Misioneras de la Caridad, dedicada a servir a los «más pobres entre los pobres».
Un legado de amor y compasión
La obra de la Madre Teresa se expandió rápidamente por todo el mundo, con casas para enfermos, leprosos, huérfanos y moribundos. Su labor incansable le valió el Premio Nobel de la Paz en 1979, reconocimiento que puso la atención global en la dignidad de los más vulnerables.
La Madre Teresa partió a la Casa del Padre el 5 de septiembre de 1997 en Calcuta. Fue beatificada en 2003 por San Juan Pablo II y canonizada en 2016 por el Papa Francisco. Su vida es un recordatorio de sus propias palabras: «En lo que se refiere a mi corazón, pertenezco totalmente al Corazón de Jesús». Su legado de amor y servicio continúa inspirando a millones de personas en todo el mundo.
Con Información de Aciprensa.