Santa Rosa de Lima falleció el 24 de agosto de 1617, a los 31 años de edad. Su muerte conmovió a toda la ciudad, que acudió a su funeral al grito de «¡Santa, santa!».
Cada 30 de agosto, la Iglesia Católica en Perú conmemora a Santa Rosa de Lima, la primera santa de América, cuya fiesta universal se celebra el 23 de agosto. Rosa, nacida en Lima en 1586, es un ejemplo de devoción, servicio a los más necesitados y fidelidad a la verdad. Ella solía decir: «Cuando servimos a los pobres y a los enfermos, servimos a Jesús».
Su vida, marcada por una profunda espiritualidad, la llevó a ingresar como terciaria en la Orden de Santo Domingo. Inspirada por Santa Catalina de Siena, dedicaba horas a la oración, la penitencia y el servicio a los enfermos y desamparados, donde conoció a San Martín de Porres.
El Martirio del Amor por Cristo
A pesar de que sus padres querían casarla, Rosa defendió su vocación y su deseo de vivir en la virginidad. Su amor por Cristo era tan intenso que, en una ocasión, se clavó una horquilla de una corona de flores para unirse al sufrimiento de Jesús.
Rosa también fue una protectora de su ciudad. En 1615, cuando piratas querían saquear Lima, ella acudió a la iglesia para orar y proteger el sagrario. Pocos días después, el capitán de los piratas murió y los barcos se retiraron. Los limeños vieron este suceso como un milagro y a Rosa como su intercesora.
La Primera Santa de América
Santa Rosa de Lima falleció el 24 de agosto de 1617, a los 31 años de edad. Su muerte conmovió a toda la ciudad, que acudió a su funeral al grito de «¡Santa, santa!». Fue canonizada por el Papa Clemente X en 1671, convirtiéndose en la primera santa del continente y patrona de América y Filipinas.
El Papa San Juan Pablo II destacó en una ocasión que Santa Rosa fue una «intrípida evangelizadora, testimonio elocuente del papel decisivo que la mujer ha tenido y sigue teniendo en el anuncio del Evangelio». Su ejemplo nos invita a encontrar a Jesús en el servicio a los demás.
Con Información de Aciprensa.
