La figura de la Virgen de Coromoto se erige como un faro de esperanza para todos los venezolanos, su imagen, profundamente arraigada en la identidad nacional, no solo representa la espiritualidad del pueblo, sino también su capacidad de resistir y renacer ante las adversidades.
Ante la mirada atónita de científicos y sus propios restauradores, nuestra Virgencita de Coromoto está realizando el mayor de los milagros nunca visto jamás en figura alguna… Y es que ella misma decidió como patrona propia de un pueblo tan noble como el nuestro, regalarnos el mayor tesoro de su propia AUTORESTAURACION. ¡Si!!! Ella misma, su figura, su Niño en brazos y además el recién descubrimiento de color rojo que ya han determinado que es sangre humana, constituye uno de los hechos más asombrosos de una imagen santa como esta, convirtiéndose en el más hermoso mensaje que una madre puede darles a sus hijos amados de Venezuela y manifestación única de una reliquia Mariana.
Ella pareciera que nos estuviera recordando que el amor es la fuerza más poderosa que puede existir para restaurarlo todo.
Confieso que yo no era nada devota y la propia historia de su aparición era totalmente desconocida para mí. Gracias a Pablo quien fue uno de sus primeros restauradores en el año 2000, es que conocí la más hermosa e increíble historia de amor y de mensaje de resileciancia de su propia imagen que quedó plasmada en un diminuto pliego que solo los años y los avances tecnológicos ha ido revelando lo que esa pequeña imagen de tamaño dactilar ha ido revelando.
La figura de la Virgen de Coromoto se erige como un faro de esperanza para todos los venezolanos, su imagen, profundamente arraigada en la identidad nacional, no solo representa la espiritualidad del pueblo, sino también su capacidad de resistir y renacer ante las adversidades. Su reciente restauración y los descubrimientos llevados a cabo por la profesora María García de Fleury son un testimonio de esta realidad y de la importancia de preservar su historia y tradición.
La patrona de Venezuela, ha sido objeto de veneración durante siglos. Su historia está marcada por milagros y devoción, pero también por la vulnerabilidad de su imagen, que ha sufrido ataques y daños a lo largo de los siglos. La preservación de su reliquia en Guarenas es un recordatorio de los retos que enfrentamos como nación, pero también de nuestra capacidad para unirnos en torno a lo que más valoramos y que es así de claro su mensaje restaurador, el cual nos da a entender como clara luz de que todo es posible restaurar y componer cuando el amor lo motiva.
La labor de la profesora García de Fleury en la restauración de la imagen ha revelado nuevos hallazgos que no solo enriquecen nuestra comprensión de su milagro, sino que también nos conectan con nuestras raíces. A través de métodos científicos, se han podido identificar materiales y técnicas que nos hablan de la historia de la Virgen y de la devoción que le han profesado generaciones. Estos aportes no solo son importantes desde un punto de vista artístico, sino que también refuerzan el vínculo espiritual que muchos sienten hacia la Virgen de Coromoto.
Es fundamental entender que la restauración de la imagen de la Virgen, no es solo un acto de conservación, sino un acto de un propio milagro que ella como Madre del Cielo nos quiere enviar y como un evidente mensaje de necesidad de nuestra propia restauración.
A medida que los científicos avanzan, es cada vez más sorprendente lo que se va descubriendo en su diminuta imagen.
¿Que nos quiere decir la Madre Venezolana del Cielo? ¿Que mensaje va apareciendo a medida que su historia entre nosotros prevalece? Sin duda, cada día su presencia y este milagro activo y en pleno desarrollo en nuestro País, nos pone en la mira de una devoción única, invaluable y transmisora activa de un mensaje que desde el silencio de su propia AUTORESTAURACION nos habla con una fuerza que solo desde la fé y del amor se entenderá en la clara determinación que nos envía esta bella Virgen de Coromoto y nos pide nuestra propia transformación. Nos pareciera que nos quiere decir desde su diminuta reliquia que todo merece la pena ser restaurado.
Legisladora Dra. Iraida Josefina Villasmil