Una advertencia grave ha sacudido a Venezuela: la geóloga Luirama Salazar ha señalado que el occidente del país se enfrenta a la posibilidad de un sismo de gran magnitud, con un valor superior a 7 Mw.
En un artículo de opinión publicado el 17 de septiembre, Salazar enfatizó que esta amenaza no es una simple hipótesis, sino una «realidad latente» impulsada por la intensa actividad en la franja tectónica Oca-Ancón, uno de los sistemas de fallas más activos y peligrosos de la nación.
La experta explicó que los recientes sismos reportados por la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis), como el de 3.6 con epicentro en Los Puertos de Altagracia, no son eventos aislados, sino indicadores de la acumulación de tensión tectónica que podría liberarse en un futuro próximo. Este patrón, según Salazar, es recurrente y se ha manifestado con rupturas mayores cada cierto siglo.
Ante este sombrío panorama, la geóloga subraya la urgente necesidad de implementar estrategias efectivas de mitigación de riesgo y fortalecer la resiliencia urbana y civil. Sin embargo, se cuestiona si Venezuela está verdaderamente preparada para un evento de tal magnitud, tanto en infraestructura como en políticas de prevención y gestión de riesgos.
La falla Oca-Ancón, que se extiende desde La Guajira en Colombia hasta los estados Zulia, Falcón y Lara en Venezuela, continúa acumulando esfuerzos tectónicos, lo que podría desencadenar una catástrofe a gran escala si no se toman medidas preventivas a tiempo.
Johsué Morales
CNP: 24.302
Fotografía: Referencial