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El impacto del calor en el deseo sexual de la mujer: Consejos de una Sexóloga

Bizzotto enfatiza que para que el deseo sexual se mantenga, es fundamental redefinir lo que entendemos por erótica.

En medio de una ola de calor histórica, el bochorno afecta no solo nuestro descanso y estado de ánimo, sino también nuestro deseo sexual. Según la socióloga y sexóloga Cecilia Bizzotto, las altas temperaturas impactan directamente en el deseo femenino debido a una explicación hormonal: el calor eleva el cortisol (la hormona del estrés) y disminuye la producción de serotonina (la hormona del bienestar).

La experta, portavoz de JOYclub España, asegura que el calor intenso puede incluso alterar los ciclos hormonales, aumentando la fatiga y el dolor menstrual, además de intensificar las emociones negativas asociadas con el síndrome premenstrual (SPM). Por esta razón, Bizzotto aconseja a las mujeres ser autocompasivas y no sentirse «locas o mal» por la falta de deseo.

Ideas para Mantener Viva la Intimidad

La sexóloga explica que, aunque el calor puede ser un obstáculo, también puede ser una oportunidad para explorar nuevas formas de intimidad más creativas. Si bien no es una obligación, si el deseo y las ganas de contacto íntimo se mantienen, Bizzotto propone varias ideas para aprovechar el contexto:

Juegos sensoriales con hielos: Usar cubos de hielo normales o congelar jugos para pasarlos suavemente por zonas erógenas como el cuello, las muñecas, los muslos o la espalda. Se pueden usar vendas en los ojos o jugar a adivinar sabores.

Masajes con aceites fríos: Combinar aceites comestibles o de masajes con efectos fríos (mentol, eucalipto) y usarlos con las manos o con rodillos metálicos que se han enfriado en la nevera.

Duchas compartidas: Jugar con la presión del agua o con cabezales de ducha extraíbles para estimular las zonas erógenas.

Enfriar juguetes sexuales: Los juguetes de silicona o metal pueden enfriarse en la nevera para un efecto de contraste en el juego erótico.

Redefinir la Erótica

Bizzotto enfatiza que para que el deseo sexual se mantenga, es fundamental redefinir lo que entendemos por erótica. «No todo encuentro íntimo requiere contacto intenso o penetración», afirma. La clave está en jugar, explorarse, acariciarse y, sobre todo, «mantener la mente fresca y viva». Escucharse, adaptar las prácticas y ser creativos puede ayudar a vivir la sexualidad de forma placentera, incluso en medio de una ola de calor.

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