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El Legado de Fray Junípero Serra: Misionero, Fundador y Santo

Fray Junípero Serra falleció el 28 de agosto de 1784 en la Misión de San Carlos Borromeo en Monterey, California.

Cada 28 de agosto, la Iglesia Católica conmemora a San Junípero Serra, un fraile franciscano que dejó una huella imborrable en la historia de Norteamérica. Nacido como Miguel José Serra Ferrer en Mallorca, España, en 1713, Junípero se unió a la orden franciscana a los 16 años, adoptando el nombre que hoy lo distingue.

En 1749, partió hacia el Virreinato de la Nueva España (hoy México) para dedicarse a la evangelización. Allí, se centró en la Sierra Gorda, una región montañosa donde logró establecer una misión exitosa tras el fracaso de otros intentos. Nueve años más tarde, un giro histórico lo puso a cargo de las misiones en las «Californias» (Alta y Baja California), territorios que habían sido administrados por los jesuitas antes de su expulsión.

Un trabajo que unió fe y comunidad

Junto a otros 16 franciscanos, Fray Junípero se embarcó en la ardua tarea de continuar la labor evangelizadora. Más allá de la catequesis, los misioneros se dedicaron a enseñar a los nativos americanos habilidades esenciales para la vida, como la agricultura, la ganadería y la albañilería. Les proporcionaron semillas y animales, ayudándolos a mejorar su calidad de vida y a desarrollar comunidades.

Este enfoque integral resultó en la fundación de numerosas misiones que se convirtieron en los cimientos de algunas de las ciudades más importantes de la costa oeste de Estados Unidos. Lugares como San Diego, Los Ángeles, San Francisco y Monterey deben sus orígenes a las misiones establecidas por Junípero Serra y sus compañeros.

«Siempre adelante»: El lema de una vida

Fray Junípero Serra falleció el 28 de agosto de 1784 en la Misión de San Carlos Borromeo en Monterey, California. Sus restos descansan en la basílica del lugar. Su legado de fe, perseverancia y dedicación fue reconocido por la Iglesia, siendo beatificado por el Papa Juan Pablo II en 1988 y canonizado por el Papa Francisco en 2015, en la primera ceremonia de este tipo celebrada en suelo estadounidense.

En su canonización, el Papa Francisco recordó el lema que guió la vida de Fray Junípero: «Siempre adelante». Esta frase resume su espíritu incansable y su compromiso con la misión evangelizadora. Su importancia histórica en Estados Unidos es tal que es el único español con una estatua en el Salón Nacional de las Estatuas del Capitolio en Washington D.C., un honor reservado para las figuras más ilustres de la nación.

Con Información de Aciprensa.