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¡El poder de un abrazo! Maracaibo se prepara para vivir la Campaña «El Abrazo en Familia»


Más allá de un gesto físico, el abrazo es encuentro, perdón y fe. Con ese espíritu, la Arquidiócesis de Maracaibo inicia una nueva edición de la Campaña «El Abrazo en Familia», una invitación a volver a lo esencial: a mirarnos con ternura, escucharnos con empatía y reencontrarnos como familia, comunidad e Iglesia.

Esta iniciativa, que se ha convertido en una tradición en la vida pastoral del país, desarrollará una serie de encuentros formativos y jornadas especiales durante el mes de octubre y noviembre, con la participación de instituciones educativas y grupos eclesiales.

El 16 de octubre, la Universidad Católica Cecilio Acosta abrirá sus puertas a las escuelas arquidiocesanas en una jornada de reflexión sobre los valores del hogar y la fe compartida.

Posteriormente, el 21 de octubre, la UNICA recibirá a los integrantes de la Asociación Venezolana de Educación Católica (AVEC) para profundizar en el sentido del amor familiar como espacio de evangelización.

Una tercera actividad será dirigida a las instituciones administradas por el Ministerio de Educación, cuya fecha será anunciada próximamente.

La etapa final de formación tendrá lugar en el Centro Bíblico Santo Tomás Moro, donde los integrantes de la Arquidiócesis y la Escuela del Diaconado Permanente participarán en talleres de crecimiento espiritual.

El 2 de noviembre, la Plaza de La República se convertirá en el corazón de la fraternidad maracaibera con una jornada familiar desde las 5:00 hasta las 8:00 de la noche, que incluirá el rezo del Santo Rosario, presentaciones gaiteras, testimonios e intercambio de experiencias.

Este año se propone la reflexión en cinco temas:

1- La familia fuente de vida y esperanza
2- Mirar el futuro con entusiasmo y esperanza desde la familia
3- El amor probado en la tribulación
4- Los jóvenes, alegría y esperanza
5- La familia peregrinos de esperanza

Más que una campaña, El Abrazo en Familia es un llamado a sanar vínculos, a devolverle a la cotidianidad el calor humano que tantas veces olvidamos.

Porque abrazar también es evangelizar, es abrir los brazos para que el amor de Dios vuelva a unir lo que el ruido del mundo intenta separar.

Johsué Morales
CNP: 24.302
Fotografía: Cortesía