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Silvino Bracho: «Dios me pone donde debo estar»

En cuanto al nivel de la liga, Bracho no tiene quejas. Tanto a nivel grupal como individual, ha encontrado la competitividad que buscaba.

Ya sea en las Grandes Ligas, donde lanzó hasta hace un par de años, o en un circuito emergente como la Liga Mayor de Béisbol Profesional (LMBP), de Silvino Bracho siempre se pueden esperar entradas de calidad al final de los juegos y liderazgo en el bullpen. Estas características han consolidado al marabino como uno de los mejores relevistas del país en la última década.

Desde esta temporada, Bracho, de 32 años, también está mostrando su habitual dominio en la recta final de los encuentros a lo largo de los cuatro estadios que albergan los juegos de la LMBP.

Con el uniforme azul de los Delfines de La Guaira, muy distinto al que usó en las mayores con los Cascabeles, Rojos y Bravos, e incluso al que suele vestir con las Águilas del Zulia en el invierno, el derecho se siente agradecido por esta nueva oportunidad en su carrera.

«Estoy agradecido con Dios porque siempre me pone en donde tengo que estar», aseguró el lanzador en declaraciones para el departamento de prensa de su equipo.

En sus primeras 15 apariciones en el circuito veraniego, Bracho ha registrado una sólida efectividad de 2.40, con un WHIP de 0.93 y 20 ponches en 15 entradas de labor, donde además consiguió un rescate.

Los Delfines (18-13), por su parte, superaron un lento inicio de temporada para escalar posiciones rápidamente y llegaron a la jornada de este martes empatados en la segunda plaza con Caciques, a solo un juego y medio de distancia de la punta.

«Al principio de la temporada tuvimos una racha muy mala y dije que afortunadamente fue al comienzo y ahora estamos levantando cabeza y las cosas vienen saliendo bien», indicó Bracho. «Siento que estábamos tratando de hacer todo bien y no se estaban compaginando el pitcheo y el bateo», añadió.

En medio del mal momento del equipo, y aprovechando su experiencia de siete campañas en el máximo nivel, el cerrador dirigió algunas palabras a sus compañeros, buscando liberarlos de presión y llenarlos de confianza.

«Intenté conversar con los muchachos y decirles que no nos metiéramos presión. Sé el equipo que tenemos», contó. «Tenemos que tratar de mantener el entusiasmo que traemos».

Esa fue una lección verbal de Bracho; sin embargo, hay otras que se explican mejor con hechos.

«A veces es bueno cuando los partidos son complicados al principio porque nos dan la oportunidad a nosotros de hacer los ajustes y las pequeñas cosas como equipo», dijo el zuliano tras una reciente remontada del conjunto en Barquisimeto. «Lo que importa es el juego ganado», agregó.

En cuanto al nivel de la liga, Bracho no tiene quejas. Tanto a nivel grupal como individual, ha encontrado la competitividad que buscaba.

«Es bueno cuando uno ve que la liga está competitiva porque nos exige a nosotros como equipo a mantener el nivel, a seguir ganando. No hay chance de tener debacles», sentenció.

Líder-RZ.